SANTO DOMINGO.- La Casa Nacional del PRD quedó
bajo el control de la Policía luego que dirigentes y miembros de la
facción de Hipólito Mejía que estaban allí abandonaron el recinto,
acogiendo una "solicitud" que en ese sentido les hizo el cuerpo del
orden.
Decenas de agentes antimotines fuertemente armados rodean el recinto
partidario. Han interrumpido el tránsito de vehículos por las Jiménez
Moya y Sarasota, ubicada frente y al lado de dicho local.
El jefe de la institución, mayor general José A. Polanco Gómez,
informó cerca de este mediodía que la medida tiene el propósito
de preservar el orden público.
Polanco Gómez dio "instrucciones precisas" para que los agentes apostados en los alrededores del local aseguren el perímetro.
Dijo que no permitirá el acceso de personas ni dirigentes de ninguna de las facciones que buscan el control de la organización.
Hipólito acordó entrega
Una nota de prensa del sector de Mejía indica que este último acordó
con el ministro de Interior y Policía y el Jefe de la Policía entregar
la custodia del local a la Policía, con la condición de que el mismo no
sea devuelto a la facción de Miguel Vargas.
La entrega fue hecha al general Víctor Campusano, subjefe de la
Policía, por una comisión encabezada por Andrés Bautista, Orlando Jorge
Mera, Geanilda Vásquez, Ramón Alburquerque, Milagros Ortiz Bosch y Tirso
Mejía Ricart, entre otros
Bautista manifestó que las autoridades del PRD tienen ya 4 años y que
este año el partido debe escoger nuevas autoridades y llamar a una
convención.
Dijo que debe buscarse una solución al impase señalando que no se le
debe entregar el local a Vargas sino a ellos, ya que fue comprado en la
gestión de Ramón Alburquerque cuando era presidente de partido.
Jorge Mera expresó que "estamos en medio de una crisis a la que hay
que buscar una salida excepcional" y que por el bien del PRD "hay que
respetar el acuerdo pactado por el ex presidente Mejía con las
autoridades por lo cual el local del Partido Revolucionario Dominicano
se mantendrá bajo la custodia de la Policía Nacional hasta tanto se
produzca un acuerdo a lo interno de la entidad política".
El ex presidente del PRD, Ramón Alburquerque, advirtió que si el
local de la Casa Nacional es entregado a Vargas, las bases retomarán la
sede partidaria
Mientras, Rafael Suberví Bonilla expresó que el ex presidente Mejía
que si el local es entregado a Vargas, el gobierno será responsable de
lo que pueda acontecer.
Irrumpieron violentamente
A media mañana, Hipólito Mejía había tomado el control de la Casa
Nacional del PRD luego de que seguidores suyos irrumpieran violentamente
en el lugar y desalojaran a los seguidores de Vargas Maldonado que se
encontraban alli con la intención de celebrar una reunión del Comité
Ejecutivo Nacional.
Tal y como había anunciado, el ex presidente de la República llegó al
lugar junto a Milagros Ortiz Bosch, Guido Gómez Mazara, Luis Abinader y
otros dirigentes. En la puerta frontal saludó a la multitud, y
posteriormente se marchó.
No hubo ninguna muerte
Aunque reportes periodìsticos indicaron que un dirigente del PRD
identificado como Sócrates Ureña habia resultado muerto este domingo en
la mañana tras recibir un balazo, esto posteriormente fue desmentido por
médicos de la clínica Independencia, adonde fue llevado herido en una
pierna.
Los incidentes comenzaron poco después de las 9:15 de la mañana en
la Casa Nacional del PRD, en donde hubo tiroteos, pedreas y otras
acciones de violencia. Inicialmente perredeístas enardecidos destruyeron
una carpa frente al recinto en donde eran chequeadas las personas que
tenían derecho a entrar a la reunión del CEN convocada en ese recinto.
El tiroteo fue protagonizado por seguidores de Hipólito Mejía.
Vargas Maldonado no logrò entrar al local debido a que fue impedido por
los manifestantes. Varias decenas de miembros del CEN que estaban en el
patio del local con intención de realizar una reuníón extraordinaria,
abandonaron rápidamente el lugar tras escuchar los disparos.
Estuvo a punto de ser linchado
Un miembro de la seguridad del local del PRD que estaba apostado en
la azotea, desde donde hizo varios disparos, estuvo a punto de ser
linchado por la multitud.
Aunque la Policìa habia anunciado que adoptaría dos "anillos de
seguridad" para garantizar el orden, resulta curioso que no intervino
cuando comenzó el desorden y mantuvo una actitud tímida frente a los
incidentes.